Erik Porge reúne por primera vez los datos de la biografía de Fliess. Al publicar al publicar la traducción de la gran defensa de este, Por mi propia causa, y de los textos de Swoboda y Pfennig presenta las piezas de un legajo que ha mantenido carácter confidencial en la historia del psicoanálisis y finalmente le da la palabra a Fliess.Su lectura de los textos muestra con rigor que el sentimiento de Fliess de haber sido plagiado tiene su origen en los elementos delirantes de su sistema. Llevado por el entusiasmo, Freud se niega a verlos. Es apoyándose en ese desconocimiento como inventa el psicoanálisis y elabora su teoría de la paranoia. Sus consecuencias se hacen sentir aún hoy.