Graciela Frecha, Verónica Cohen, Clelia Conde, Diego Fernández, Norberto Ferreyra, Ursula Kirsch, Jorge Linietsky, Marta Nardi, Gabriela Nuñez, Carola Oñate Muñoz, Alicia Russ, Anabel Salafia, Noemí Sirota “Lo mejor de nosotros –decía Oscar Masotta– todavía está por llegar y es seguro que será la formación de quienes nos siguen”. Anhelo de O. Masotta que se plasma en la fundación de la Escuela Freudiana de la Argentina y que sigue renovándose en los que intentamos seguir haciendo escuela desde la Escuela. Ahora bien, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de la formación de los analistas? ¿Cómo incluir en ese término el deseo del enseñante y el deseo de aprender? ¿Qué implica la enseñanza en Psicoanálisis? Interrogantes estos que, lejos de encontrar una respuesta tranquilizadora, se ponen en juego en el acto mismo de decidir el dictado de un curso sobre la práctica del Psicoanálisis. Por otro lado, el curso pensado como una estrategia de transmisión, de una enseñanza que, por tratarse del Psicoanálisis se sabe imposible. ¿De qué modo entonces cernir esta dificultad inherente al Psicoanálisis, sin instalarse en la impotencia o la infatuación? Este texto intenta reflejar en lo posible el espíritu con el cual se desarrolló el Curso Intensivo…
Miriam Allerbon, Andrés Barbarosch, Aida Canan, Mirta Carranza, Lilia Cristiani, Rita Chernicoff, Dora Daniel, Manuel D’Onofrio, Helga Fernández, Laura Fumarco, Adriana Hercman, Ivonne Meggiolaro, Victoria Moreno, Gabriela Nuñez, Alicia Russ, Clara Salz ¿De qué hablamos cuando hablamos de la angustia? En primer lugar, de la castración primordial y también de la inexistencia. Siguiendo el hilo en el laberinto de la angustia corremos cual presa huyendo del cazador, presos del enigma, de lo más íntimo que huye. La cosa se pierde, en su lugar encontramos la falta. Estamos orientados. El deseo es causado por el objeto que falta. ¿Dónde? En el campo del Otro. Avancemos. Nos encontramos con la categoría del objeto que falta. ¿Y qué más? ¿De qué más hablamos cuando hablamos de angustia? El objeto va a ser el hilo que nos lleve a desentrañar el enigma de la angustia respecto del deseo del Otro. Hablamos del correlato en lo imaginario de otras pérdidas, pero también del duelo y de cómo en esa aventura única que es el análisis se enlazan las dimensiones del decir con el síntoma para dar un nombre propio al Otro. “El vacío, la falta en el lugar del vacío, la angustia en el lugar…
Este libro, texto establecido a partir de las clases de su Seminario, nos conduce paso a paso por cuestiones cruciales del psicoanálisis, con una fuerza que señala a la vez un trabajo con otros y «una manera» de leer. El lenguaje como condición del inconsciente, la represión como condición de la palabra, las versiones de la verdad, el acto analítico ateo y político, la latencia y su función en la articulación de la historia a la estructura. El pasaje a «otra cosa» como otra traducción del progreso en la espiritualidad que Freud articula a la introducción del hombre en una legalidad. El Moisés y las versiones de un crimen que se ordena en su conexión con Tótem y tabú y el mito del asesinato del padre. El extranjero y lo familiar, dando claves para avanzar en el discurso del psicoanálisis y los avatares de ese lazo social tan especial que es el que se genera en la experiencia del análisis y en el dispositivo que da testimonio de esa experiencia.
Alfredo Jerusalinsky, Anabel Salafia, Carlos Farrés Snelders, Contardo Calligaris, Delia Elmer, Diego Halfón-Laksman, Enrique Millán , Gerardo García , Jorge Fukelman , José Milano , Noemí Sirota, Norberto Ferreyra, Osvaldo Arribas, Renata Appel, Roberto Harari, Susana Palacios, Verónica Cohen, Victor Iunger, Zulema Pinasco ¿Por qué equivocación? Y ¿por qué sexual? La dimensión de la equivocación es coextensiva de lo inconsciente freudiano: los actos fallidos, los equívocos del habla, los lapsus de escritura, en suma, los actos sintomáticos o lo que luego –con Lacan– se dio en llamar formaciones del inconsciente. Lo que descubre el psicoanálisis es que esas equivocaciones no se producen sin relación con la verdad. Pero no es el único nivel en el que encontramos la equivocación. También la encontramos a nivel del sexo cuando el sujeto reclama para sí otro sexo que el que la naturaleza le ha dado, o también, cuando el sujeto se denuncia a sí mismo no siendo suficientemente hombre o no siendo la mujer que debería o esperaría ser. Estos enunciados denotan, por un lado, la insuficiencia de las determinantes biológicas para asegurar el sexo, por el otro, la función del ideal supliendo esta insuficiencia. Para los psicoanalistas, además, esto conlleva otras preguntas. Si siempre hemos distinguido la irrupción del inconsciente por lo que la conciencia distingue como equivocación, y al mismo tiempo, el…