El 10 de diciembre de 1969, Jacques Lacan inaugura su Seminario XVII: El reverso del psicoanálisis en la Facultad de Derecho de La Sorbona. Tiempos cercanos al Mayo Francés, a su expulsión de la École Normale Supérieure,y en este tercer desplazamiento –así lo llama él mismo– en estosnuevos muros, nos presenta los cuatro impromptus, la producción de loscuatro discursos: el del Amo, el Universitario, el de la Histeria y el delAnalista.La construcción de los discursos está estrechamente ligada a la escritura:el discurso fundamentalmente “se lee” y por lo tanto traza el horizonte delo que es posible o imposible de escribir.Pero los nuevos muros no son barreras. Lacan se hace oír fuera de suseminario, en las escaleras del Panteón, en radio y luego en televisión.Lacan sale a la calle. Su posición es política y ética. Mediante estos cuadrípodos nos recuerda su proyecto enunciado en su Escrito de 1966 “De nuestros antecedentes” de “retomar a partir del reverso” los trabajos de Freud. Esta es la manera en que nos invita a leer a Freud. Y así, ya que como nos anticipara, a nosotros nos toca ser lacanianos, los autores de este libro: Verónica Cohen, Miriam Allerbon, Aida Canan, Dora Daniel, Rita Chernicoff,…
De la lectura de trabajos provenientes de otros discursos, se nos hizo evidente que el concepto de pulsión no estaba claro. La pulsión con frecuencia se encuentra reducida a los “bajos instintos” y a la “terrible” pulsión de muerte responsable de poco menos todas las calamidades que afectan a la humanidad. La pulsión, con su empuje constante, su eterna insatisfacción, su perentoriedad, su carácter, parece una amenaza indomable que hay que tener a raya o en lo posible eliminar. Siempre empujando al más allá del principio del placer nos introduce en el campo del goce. Pero tenemos que tener en cuenta que sin la pulsión no hay lazo social. Anclada en el cuerpo y marcada por el significante es nuestro instrumento por excelencia para relacionarnos con el otro. Es más, es el único instrumento que, bordeando nuestros agujeros corporales, los hace zonas erógenas y como resultado de esa operación tenemos lo que llamamos con cierto júbilo “nuestro cuerpo”.
Osvaldo Arribas, Verónica Cohen, Clelia Conde, María Gabriela Correia, Norberto Ferreyra, Adriana Hercman, Ursula Kirsch, Jorge Linietsky, Patricia Mora, Marta Nardi, Gabriela Nuñez, Alicia Russ El psicoanálisis es una práctica clínica en la que Freud, con su descubrimiento de una nueva manera de leer, dirige a los pacientes a una cura con un método sorprendente para la época. Con su regla fundamental dispone a la transferencia, con la escucha de lo que se dice descubre en la ficción una verdad dicha a medias. Aquello desechado hasta ese momento, sueños, síntomas, actos fallidos, olvidos y hasta chistes, son vehículos para este método. Este libro recorre los interrogantes de los analistas nóveles frente a esta práctica y un trayecto desde el qué hacer hasta el quehacer del analista. Ese trayecto es el de la experiencia del análisis. Partimos de esa disposición a la transferencia que se puede convertir en amor de transferencia. Freud enseña que es auténtico y verdadero amor, que hace posible poner en escena las marcas, la historia de un analizante, poner en acto con el analista como semblante de objeto aquello que hace posible una nueva significación. Por otra parte, la resistencia, que es de estructura, nos lleva a…
Verónica Cohen, Miriam Allerbon, Andrés Barbarosch, Mirta Carranza, Rita Chernicoff, Diego Fernández, Helga Fernández, Héctor Franch, Laura Fumarco, Adriana Hercman, Victoria Moreno, Gustavo Pita, Alicia Russ, Clara Salz. Un nuevo libro de la serie El hilo en el laberinto. ¿De qué hilo se trata? Es el hilo que nos orienta en la lectura de los seminarios de Lacan. Se trata de perder el hilo de que somos efecto del saber. Lacan retoma la apuesta de pascal y apuesta a la destitución del Otro, a la interrogación del saber, por eso el hilo es ese saber en el lugar de la verdad, que es el discurso del analista. Lo primero que Lacan dice en el seminario es que se trata de un discurso sin palabras y quiere hacer algo que vaya más allá de la palabra y del lenguaje, que pueda estar vacío de palabras y tenga que ver con una lógica y con reconocerse en una alteridad irreductible. En este seminario, Lacan pone en primer plano, desde el principio, la lógica, las matemáticas, la geometría -o sea, el discurso y no el lenguaje o la palabra- para poder pensar el psicoanálisis. Además de eso, señala la destitución del Otro, desde…
Miriam Allerbon, Andrés Barbarosch, Aida Canan, Mirta Carranza, Lilia Cristiani, Rita Chernicoff, Dora Daniel, Manuel D’Onofrio, Helga Fernández, Laura Fumarco, Adriana Hercman, Ivonne Meggiolaro, Victoria Moreno, Gabriela Nuñez, Alicia Russ, Clara Salz ¿De qué hablamos cuando hablamos de la angustia? En primer lugar, de la castración primordial y también de la inexistencia. Siguiendo el hilo en el laberinto de la angustia corremos cual presa huyendo del cazador, presos del enigma, de lo más íntimo que huye. La cosa se pierde, en su lugar encontramos la falta. Estamos orientados. El deseo es causado por el objeto que falta. ¿Dónde? En el campo del Otro. Avancemos. Nos encontramos con la categoría del objeto que falta. ¿Y qué más? ¿De qué más hablamos cuando hablamos de angustia? El objeto va a ser el hilo que nos lleve a desentrañar el enigma de la angustia respecto del deseo del Otro. Hablamos del correlato en lo imaginario de otras pérdidas, pero también del duelo y de cómo en esa aventura única que es el análisis se enlazan las dimensiones del decir con el síntoma para dar un nombre propio al Otro. “El vacío, la falta en el lugar del vacío, la angustia en el lugar…