Meancolía, perversión y psicosis

6 mayo, 2015

Osvaldo Arribas, Graciela Berraute, Verónica Cohen, Norberto Ferreyra, Helga Fernández, Ursula Kirsch, Jorge Linietsky, Marta Nardi, Carola Oñate Muñoz, Alicia Russ, Noemí Sirota


La Escuela Freudiana de la Argentina decidió comenzar en el año 2012 con una apertura a la comunidad analítica fuera de lo habitual: desarrollar un curso en los meses de enero y marzo para todos aquellos que no pueden acercarse durante el año, tanto de Buenos Aires como de otros lugares del país; y también para quienes están siempre compartiendo con nosotros una enseñanza signada por el deseo. En esa oportunidad desarrollamos “Las neurosis”, incluyendo como tales histeria, fobia, neurosis obsesiva, en dos módulos entre enero y marzo.

Este año repetimos el esquema, proponiendo “Melancolía-perversión-psicosis: comunidades y vecindades estructurales”, lo cual incluye el supuesto de no ordenar estos temas como estructuras clínicas estancas, y la hipótesis de poder abordarlas desde sus articulaciones clínicas y topológicas. Nos interesó interrogar la vecindad de la melancolía con la psicosis en el delirio hipocondríaco, o desplegar la diferencia entre la renegación estructural que escinde al yo y la perversión como estructura. Asimismo, diferenciar los fenómenos y presentaciones psicóticas, de la psicosis propiamente dicha. Un eje propuesto en una clase fue considerar que lo reconocible como “estructura” es lo que precipita en un retorno: el de lo reprimido en la neurosis; como real en la psicosis. En términos nodales, la reparación del error o del lapsus como lo reconocible de su efectuación.

A continuación, propongo un recorte de temas, interrogantes y afirmaciones, que fueron también dichos por los enseñantes. Desde ya, suponiendo una pérdida inevitable, pero contando con que el desarrollo de las clases dará cuenta de todo aquello que este prólogo no puede incluir. Algunas ideas, por ejemplo, sobre el delirio transexual en la paranoia: rechazar la noción de “defensa” para reconocer, en cambio, un retoño del rechazo forclusivo que da cuenta de la psicosis. Un abordaje de la psicosis, sus accidentes, suplencias y reparaciones, a la luz del esquema “I” de la cuestión preliminar planteada por Lacan, y su articulación con el esquema “R” de la neurosis, para ubicar sus vecindades topológicas. En el mismo sentido, un despliegue de la nodalidad RSI y del anudamiento por el sinthome. Reconocer las clasificaciones confeccionadas a partir de la incidencia del mercado megaeconómico de los medicamentos, como un marketing de la locura. Se plantea que, por el contrario, es posible conceptualizarla con precisión: Lacan afirma que la elaboración paranoica puede dar cuenta de todos los tipos de psicosis. La esquizofrenia como el primer tiempo. Asimismo, es posible establecer una comunidad entre la paranoia y la melancolía en la disolución de lo imaginario. Pensar el objeto a del lado del sujeto nos conduce a la melancolía. Se reúne con el a en el suicidio, en un rechazo radical del campo del Otro. Está fuera de la escena y se identifica con el objeto de la muerte. En la melancolía, el sujeto sabe a quién perdió, pero no lo que perdió con él. Nos enseña sobre la íntima constitución del yo: vemos cómo se toma como objeto y se convierte en indigno de ser amado. Pero a la vez, si el amor por el objeto se refugia en la identificación narcisista, encuentra allí una satisfacción sádica. Para que surja un recuerdo, primero tenemos que olvidar. En la melancolía no se recuerda, se reprocha, porque el recuerdo es un objeto a ser retenido. En la melancolía se ataca lo simbólico que hay en todo duelo. No cree en el semblante, no puede creer que habla. El melancólico se cae del fantasma, ataca el i(a) para encontrarse con el a en el suicidio. Para el perverso, el objeto está de su lado y lo asegura en un dispositivo escénico. En tanto instrumento de la acción en la escena, se coagula en la posición de fetiche negro. Se hace dueño de la distribución del goce, así domina el tiempo del deseo del otro. Toda perversión parte del fetichismo. Lacan unifica este campo por la condición de goce que encarna el fetiche. Una afirmación: el superyó pone en práctica la dimensión de la perversión en el Nombre del Padre. La orden del superyó es el recorte de la voz desprendida de la significación. Podemos pensar la identificación melancólica como la presencia del fetiche tapando el agujero en lo real. Por eso, entra perversamente en la transferencia. La renegación está en la estructura, en la religión y en la política. En los discursos que se sostienen en un cierto grado de perversión, la reivindicación y el desafío dan cuenta de que ha sido denegado determinado acceso a la tramitación de la falta estructural.

Si no hubiera falta de objeto, neurosis, perversión, melancolía, psicosis serían tres formas de enfermedad. Pero como lo normal es que no hay objeto, ellas nombran tres formas de arreglárselas con esa falta, formas de negar y a la vez convivir con la falta de objeto.

Ficha técnica
ISBN: 978-987-9154-31-1
Edición:
Formato: 15 x 21 cm. / 128 pág.
Año: 2015
$4500

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